Nuestra Filosofía

Zetus, más que una marca, es una manera singular de ejecutar nuestro trabajo.
Combinamos la eficacia aportada por la madurez y la diversidad de experiencias, con la solidez y los recursos creativos que nos proporciona la ingeniería poniendo los intereses de nuestros clientes por encima de los nuestros propios.
Priorizamos la eficiencia energética cuidando el medio ambiente en todas nuestras soluciones.
Basamos la relación con nuestros clientes, proveedores, socios y colaboradores en el respeto y beneficio mutuo creando una relación cercana y de confianza.
Avanzamos de forma disruptiva y colaborativa entre la eficiencia operacional y la capacidad tecnológica.

¿Por qué Zetus?

Emprendimos este proyecto con la vocación de solucionar problemas a nuestros clientes, realizando las instalaciones con la mayor calidad y el mejor balance posible entre costo y esfuerzo, poniendo especial atención a la eficiencia enérgetica y el impacto medioambiental de nuestras actuaciones.
Al elegir el nombre de nuestra empresa, queríamos uno muy personal, que reflejara esos atributos que nos caracterizan como una pequeña constelación de brillantes estrellas de la instalación y la ingeniería.

Durante algunas noches del final del otoño se puede encontrar, en la parte sur del cielo, la constelación de Cetus. Se identifica como una ballena, o un monstruo marino, dependiendo de qué libro de astronomía o guía del cielo se consulte.
Preferimos la versión que nombra a las constelaciones interpretando sus patrones de estrellas como referencias marinas en la bóveda celeste, o sea, la ballena.
Aunque Cetus no es una constelación particularmente brillante, es bastante fácil de rastrear, en buena medida porque se encuentra en una región relativamente pobre en estrellas. Era un encaje perfecto con nuestro proyecto empresarial.

La interpretación de la ballena nos gustó más que la del monstruo porque nos identificamos mucho con esos cetaceos. Especialmente con la ballena azul, que aunque considerada el vertebrado más grande que ha vivido en la Tierra, no siempre ha sido un gigante. Su colosal tamaño es el fruto de un proceso evolutivo gracias al cuál superó la época de los glaciares, respondiendo con crecimiento a la necesidad de alimentarse de forma más eficaz en un período de profundos cambios en el ecosistema, en el cuál escaseaban los nichos de alimentos y se hacía necesario recorrer grandes distancias para acceder a ellos. Es justo el patrón de crecimiento que persigue nuestra pempresa para llegar a brillar en todo su esplendor.

También nos identificamos con la contribución que hacen las ballenas a la salud de los océanos. Cuando las ballenas se alimentan a grandes profundidades y vuelven a la superficie para respirar, alteran la columna de agua permitiendo la expansión de nutrientes y microorganismos. Incluso el hierro y el nitrógeno de su orina y excrementos sirven como fertilizantes para el plancton. Cuando ellas se desplazan a grandes distancias para aparearse, llevan dichos nutrientes con ellas; y también su placenta aporta importantes materias primas para otros organismos.
Todo esto vuelve a encajar muy bien con la prioridad que asignamos a la temática medioambiental y a la relación de respeto y beneficio mutuo que entablemos con todos los agentes de nuestro ecosistema empresarial.

Finalmente, la alteración de Cetus para llegar a Zetus, es clara muestra de nuestra atención a cada detalle.
No queríamos que la inicial de nuestro nombre fuera un trazo curvilíneo y abierto, un ambiguo e innecesario rodeo para cubrir sin eficiencia la distancia entre el inicio y el final de una trayectoria de sonido cambiante, a merced de las letras que le rodeaan.
Una Z de sonido centelleante y consistente cual azote, que elige trazos firmes y rectos para cubrir la distancia entre las fases de su sinuosa trayectoria, avanzado paso a paso, de vértice a vértice en línea recta y por el camino más corto, es sin dudas, una opción mucho más representativa de nuestro espíritu.